Las corporaciones locales disponen de margen de autonomía financiera.
El Impuesto sobre el Incremento de los Terrenos de Naturaleza Urbana, la plusvalía municipal, tiene una nueva regulación. Esto ha hecho que las grandes corporaciones locales sitúen en el 25% el previsible impacto negativo para el 2022. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima que el ejercicio de la capacidad normativa en materia de impuestos de corporaciones locales puede compensar la pérdida de ingresos de la nueva regulación.
Asimismo, la AIReF se refiere a los 16 ayuntamientos con más de 250.000 habitantes de población, las diputaciones provinciales de Barcelona, Valencia y Sevilla, el Cabildo Insular de Tenerife y el Consejo Insular de Mallorca; y las Diputaciones Forales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Considera que las corporaciones locales tienen un amplio margen de autonomía financiera.
Además, el organismo afirma que el margen de actuación de las corporaciones locales en materia de tipos impositivos es amplio. En el IBI de naturaleza urbana de 2006 a 2011 se mantuvo el tipo medio en un 53% del máximo, que se ha llegado también en 2021 después de años de reducción desde 2012. En los impuestos potestativos del IIVTNU e ICIO se aprecian mayores aumentos de los tipos medios, ya que algunas entidades que no exigían este impuesto lo establecieron y otros subieron sus tipos.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional (TC) deberá pronunciarse de nuevo sobre la regulación de la plusvalía municipal.
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