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19 octubre 2023

Asesor fiscal: La Tributación de dividendos y su impacto en la inversión

Los dividendos representan la manera en que las compañías recompensan a sus accionistas , pero están sujetos a una tributación distinta en comparación con las ganancias patrimoniales por venta de acciones. A pesar de que ambos se gravan al mismo tipo  dentro de la base del ahorro, los dividendos se clasifican como rendimientos del capital mobiliario, mientras que las ganancias y pérdidas patrimoniales por venta de acciones se consideran ganancias y pérdidas de activos patrimoniales. Esto tiene implicaciones concretas en términos de los impuestos que debes pagar en cada situación, como se explicará más adelante.

Además, según la forma en que recibas los pagos de dividendos, deberás cumplir con obligaciones fiscales específicas. En la actualidad, tienes la opción de recibir los dividendos en efectivo, en forma de acciones adicionales o como derechos de suscripción.

Invertir en dividendos representa una estrategia efectiva para generar ingresos de manera recurrente. No obstante, al igual que las modalidades de recepción de los dividendos han evolucionado, también ha habido cambios en la regulación fiscal relacionada con los dividendos a lo largo del tiempo. Es crucial comprender cómo funciona este aspecto para evitar sorpresas al momento de presentar la declaración de impuestos.

 

Cómo tributan los dividendos

Desde la reforma de 2015, la fiscalidad de los dividendos en España ya no ofrece ventajas fiscales destacadas, como la exención de impuestos en los primeros 1.500 euros. La tributación de los dividendos depende de si se reciben en efectivo o en acciones. Al presentar la declaración de la renta, es necesario distinguir entre las ganancias por la venta de acciones y los rendimientos obtenidos a través de dividendos.

 

Fiscalidad de los dividendos en metálico

Los dividendos generalmente tributan como rendimientos de capital mobiliario en la base del ahorro. Esto significa que las ganancias de dividendos de tus acciones se incluirán junto con otros activos como depósitos, cuentas corrientes o letras del Tesoro, y se gravarán en función de los tramos que les sean de aplicación .

¿Cuánto pagarás en impuestos por tus dividendos? La tasa oscilará entre el 19% y el 26%, dependiendo de tus otras inversiones. Antes de aplicar las tasas del ahorro, se sumarán los rendimientos de capital mobiliario a las ganancias y pérdidas patrimoniales (acciones, fondos de inversión, ETF, entre otros).

¿La tributación de los dividendos en una sociedad limitada no cotizada sigue el mismo patrón? Sí, en el caso de los dividendos en efectivo, la tributación es similar, sin importar si la empresa cotiza en bolsa o no.

La diferencia radica en que los socios de una sociedad limitada pueden aprovechar una deducción por doble imposición interna de dividendos, con el propósito de evitar la doble tributación: primero en el Impuesto de Sociedades de la empresa y luego en el IRPF de los socios. La deducción será del 100% si se cumplen ciertos requisitos definidos en el artículo 30 de la Ley del Impuesto de Sociedades, de lo contrario, será del 50%.

 

Fiscalidad de los dividendos en acciones

¿Y si en lugar de recibir efectivo, la empresa te compensa con acciones? ¿Cuál es el trato fiscal para el pago de dividendos en acciones? El uso de dividendos en especie, a través de lo que se conoce como «script dividend», se ha vuelto más común. Con esto, la empresa permite que los accionistas reciban dividendos en forma de acciones a través de derechos de suscripción.

Para entenderlo mejor, te brindan la opción de recibir acciones, vender los derechos en el mercado o, en algunos casos, convertirlos en efectivo mediante la recompra de la empresa. Tu carga fiscal variará según la elección que hagas. A continuación, te explicamos cómo declarar los derechos de suscripción de acciones en tu declaración de impuestos.

En lo que respecta a la tributación de dividendos pagados en acciones, si se trata de una ampliación de capital, estos dividendos en forma de acciones serán gravados como un dividendo en términos del IRPF, con una retención correspondiente del 19% por parte de Hacienda.

Si se trata de derechos de suscripción que recibes como nuevas acciones (sin vender los derechos a la empresa o en el mercado), el pago de impuestos se pospone hasta que vendas las acciones subyacentes. En otras palabras, no tendrás obligación tributaria hasta que enajenen las acciones adquiridas como parte del dividendo en acciones.

Cuando vendas esas acciones, la fiscalidad será similar a la de cualquier otro activo en el mercado bursátil. Concretamente, se considerará una ganancia o pérdida de capital, y el precio de compra de las acciones será el resultado de dividir el costo total de adquisición entre el número de acciones nuevas y su antigüedad coincidirá con la de las acciones que generaron los derechos de suscripción.

 

Fiscalidad de dividendos de fondos y otros productos financieros

Los dividendos provienen de diversas fuentes de inversión, como acciones, fondos de inversión, ETF, SOCIMI y SICAV. La fiscalidad de los dividendos en fondos de inversión depende de si son de distribución o acumulación. Los de distribución tributan como dividendos normales, mientras que en los de acumulación los inversores no pagan impuestos directos. En los ETF, la retención en origen varía según si son UCITS o no.

Las SOCIMI tributan al 0% si los accionistas con más del 5% de participación pagan un 10% en dividendos; de lo contrario, se aplica un 19%. Las SICAV tributan como rendimientos de capital mobiliario tanto para la sociedad como para los socios.

 

Retención por dividendos

El cobro de los dividendos puede o no conllevar una retención de IRPF, según el método de recepción y el pagador.

En el registro de los dividendos, la compañía debe considerar esta retención y cumplir con los plazos correspondientes.

En términos generales, los dividendos están sujetos a una retención del 19% para adelantar el IRPF. No obstante, existen excepciones y particularidades que dependen de quién sea el beneficiario de los dividendos, ya sea una sociedad limitada o no.

  • Si el socio es persona física, se aplicará una retención de IRPF del 19% salvo en el caso de entrega de acciones como dividendo, donde no hará retención.
  • Si el socio es una sociedad con participación inferior al 5%, se aplicará una retención del 5%.
  • Si el socio es una sociedad con una participación superior al 5%, no se practicará retención siempre que haya tenido ese porcentaje, o superior, a lo largo de los 12 meses anteriores.

 

Doble imposición por dividendos

La fiscalidad de los dividendos en acciones extranjeras es similar a la de las acciones nacionales, y lo mismo se aplica a los fondos de inversión. Cada país tiene su propia regulación fiscal que afecta a las empresas con sede en su territorio.

La doble imposición de los dividendos ocurre cuando se gravan dos veces por el mismo concepto, una en el país de origen y otra en el país de residencia. Para evitar esto, existen tratados de doble imposición que establecen límites a las retenciones. España generalmente fija un límite del 15% en estos tratados.

En resumen, los dividendos extranjeros están sujetos a retenciones que pueden variar según el país de origen. Los tratados de doble imposición ayudan a evitar que pagues impuestos excesivos y te permiten recuperar parte de las retenciones en tu declaración de impuestos.

Como recuperar la retención

Si existe un convenio de doble imposición, los procedimientos son simples. Puedes recuperar ese 15% del acuerdo al presentar tu declaración de impuestos. Debes indicar que se trata de empresas extranjeras con un convenio de doble imposición al informar sobre los dividendos, utilizando la casilla 0588 y proporcionando la cantidad que se retuvo en el país de origen.

Si la retención exceda ese 15%, como en países como Alemania, debes gestionar la devolución directamente con las autoridades fiscales de esos países. En el caso de los Estados Unidos, se requiere completar el formulario W-8BEN.

Cuando no existe un convenio de doble imposición, aún puedes recuperar ese dinero, aunque el proceso es más complejo. Hacienda permite la recuperación directa de la menor cantidad entre lo retenido en el extranjero, con un límite en función de lo que se paga en España por este concepto, o el resultado de aplicar el tipo efectivo medio del impuesto sobre dividendos menos los gastos, multiplicado por la base imponible y dividido por los ingresos del período.

En resumen, los dividendos no son deducibles en la declaración de impuestos y no se consideran ingresos no sujetos a tributación.

 

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