El régimen de no domiciliados en Reino Unido (“non-dom regime”) es un régimen fiscal caracterizado por la ausencia de tributación de rentas percibidas del extranjero, excepto rentas que se remitan al Reino Unido y por el que se tributaban de forma exclusiva las ganancias de capital generadas en Reino Unido, de aplicación por un plazo de siete años.
En los últimos meses, se encuentra sobre la mesa en Reino Unido el debate sobre una posible reforma de este atractivo régimen fiscal.
En concreto, se ha anunciado que el régimen actual, al menos con los beneficios que tenía, llegará a su fin el 6 de abril de 2025.
Los detalles del régimen que venga y sus implicaciones a nivel fiscal en Reino Unido son una incógnita aún, pero se espera que sean significativos y extensos.
La finalización de este régimen fiscal tal y como era conocido hasta ahora se espera que traiga el fin de la ausencia de tributación exclusivamente por las rentas percibidas en el extranjero (“remittance basis”).
Su sustituto será una prueba basada en la residencia, que permitirá a las personas físicas que se trasladen al Reino Unido tributar únicamente por sus rentas y ganancias de fuente británica durante los cuatro primeros ejercicios fiscales, sin que tributen en el Reino Unido por las rentas y ganancias extranjeras que se produzcan en esos años, aunque se traigan al Reino Unido.
Este régimen fiscal, del que anteriormente podía disfrutarse por un periodo de siete años, rivaliza ahora con el Régimen Especial conocido en España como Ley Beckham, que, lejos de disminuir, lo que ha hecho es aumentar su plazo.
A este régimen fiscal “Ley Beckham”, quienes cumplan los requisitos para acceder al mismo, disfrutarán de seis años: el año de adquisición de la residencia fiscal, más los cinco siguientes.
Por otra parte, el régimen fiscal de no domiciliados británico tiene como requisito para acogerse al mismo que las personas físicas deban tener su residencia fiscal en Reino Unido durante cuatro años tras un periodo de 10 años fiscales consecutivos de residencia fuera del Reino Unido.
En contraposición a este requisito, la Ley Beckham en España exige un periodo de no residencia en territorio español previo a la entrada en España de cinco años (antes de su última reforma, también era de diez años).
A partir del 6 de abril de 2025, una vez que una persona haya residido en el Reino Unido durante más de cuatro años, ya no podrá acogerse a este régimen de cuatro años y tributará por sus rentas y ganancias mundiales.
En el caso de las personas físicas no residentes en el Reino Unido que no puedan acogerse a este régimen de cuatro años (es decir, que a partir del 6 de abril de 2025 tributarán sobre la base de los rendimientos), se aplicarán las siguientes disposiciones transitorias específicas:
Aquellos que pasen de la base de remesas a la base derivada en 2025/26 sólo tributarán por el 50% de sus ingresos en el extranjero en el ejercicio fiscal 2025/26;
Aquellos que hayan aplicado previamente la base de remesas podrán traer al Reino Unido las rentas y ganancias extranjeras no remitidas previamente a un tipo impositivo reducido del 12% durante un periodo de dos años a partir del 6 de abril de 2025 – la «facilidad de repatriación temporal»; y
Las personas físicas pueden revalorizar sus activos a su valor del 5 de abril de 2019 para las enajenaciones posteriores al 6 de abril de 2025.
Otro de los cambios a que se espera que afecte el fin de este régimen fiscal especial británico es a nivel del Impuesto sobre Sucesiones británico, cambios que todavía se están evaluando.
A mayor abundamiento, cabe tener en cuenta que las elecciones generales que se llevarán a cabo a principios de 2025, antes del fin de este régimen de cuatro años británico, pueda variar aún más la situación final de este régimen.
Los cambios que se van a producir en este régimen repercutirán sin duda al resto de regímenes con que rivalizaban, como son el portugués o el español.
Por su parte, el Régimen fiscal especial aplicable a los trabajadores, profesionales, emprendedores e inversores desplazados a territorio español, conocido como Ley Beckham en España, se ha convertido en un régimen más competitivo tras la última reforma, por los siguientes motivos:
- Aumentó su periodo de duración de cinco a seis años;
- Redujo el tiempo de residencia fiscal en el extranjero para acogerse al mismo, de diez a cinco años.
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