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La controvertida interpretación administrativa afecta a los nuevos residentes en Portugal
De acuerdo con el régimen especial de Portugal, aquellas personas físicas que no hubieran sido en los 5 años anteriores contribuyentes por el IRPF no tienen que tributar durante 10 años por prácticamente ninguna de sus rentas generadas en el extranjero.
La sombra de la reforma fiscal española es alargada. No extraña que algún contribuyente esté planteándose mudar de residencia, trasladarse a alguna circunscripción en donde, como en Portugal, su patrimonio y sus rentas reciban un tratamiento más amable.
Sin embargo, el traslado de residencia al país vecino puede no ser tan sencillo. La consideración de residente fiscal en Portugal no extingue el estatuto de residente fiscal en España.
La Agencia Tributaria española va a considerar residente fiscal en España a la persona física en la que concurra cualquiera de estas circunstancias: permanencia de más de 183 días en España o que radique el núcleo de sus actividades o intereses económicos de forma directa o indirecta en España, actuando como presunción la residencia de su cónyuge no separado legalmente o de sus hijos menores. Es determinante la prueba de cualquiera de estas eventualidades.
El conflicto entre jurisdicciones se resuelve, según el Convenio entre España y Portugal, considerando al contribuyente como residente del Estado donde tenga una vivienda permanente “a su disposición”, concepto jurídico indeterminado que genera muchas dudas interpretativas.
La Dirección General de Tributos del Ministerio de Hacienda, en respuesta a la consulta de un contribuyente que se estaba planteando cambiar de residencia a Portugal ante su inminente jubilación, ha venido a decir que los Residentes no Habituales portugueses, aun reconociendo que no son residentes fiscales en España, no deben ser tenidos como residentes en Portugal a los efectos del convenio de doble imposición. La razón es que el régimen de tributación previsto para ellos en el nuevo país de residencia no es el general, por cuanto sus rendimientos son sometidos a una imposición limitada que no grava las rentas obtenidas fuera de Portugal.
¿Cuál es la consecuencia de tal consideración?
El Residente no Habitual portugués sería tratado como residente fiscal en un país con el que no se tiene convenio y todas las rentas de cualquier naturaleza que el no residente obtuviese en España pasarían a estar sujetas por obligación real, aplicando la normativa de la Ley del Impuesto sobre la Renta de no Residentes.
La controvertida interpretación administrativa, muy discutible, afecta a los nuevos residentes en Portugal. También a los que decidieron cambiar allí su domicilio creyéndose amparados por el convenio y obtuvieron o van a obtener rendimientos en España que consideraron no sujetos conforme al tratado.
B Law & Tax International Tax & Legal Advisors.
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