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La compra de propiedades por parte de extranjeros ha sido el gran motor del negocio inmobiliario en Londres. Pero varios factores pueden empezar a frenar la llegada de compradores extranjeros, según han comenzado a advertir los expertos en el sector.
El primero es la propuesta del Gobierno británico para empezar a cobrar el impuesto sobre las plusvalías que obtengan los no residentes al vender propiedades en Reino Unido a partir de abril de 2015. El impuesto (del 28%) sólo se aplicará sobre las plusvalías generadas a partir de 2015.
Pero algunos analistas consideran que el efecto de la precaución de los inversores extranjeros ya se ha empezado a notar. En noviembre, los precios en el centro de la capital británica sólo crecieron un 0,2%, el ratio mensual más bajo de los últimos tres años.
A ello se suman las advertencias del Banco de Inglaterra sobre el peligro de formación de una burbuja de precios inmobiliarios en Londres, que en los tres últimos años han subido alrededor del 30%.
Para algunos inversores extranjeros que tienen dudas sobre la futura evolución de precios, la llegada de nuevos impuestos puede ser la excusa perfecta para recoger beneficios antes de 2015, momento a partir del cual las ganancias serán gravadas con un 28%.
El Gobierno británico espera recaudar 125 millones de libras con la tasa a extranjeros
Mercado. El precio de la vivienda ha crecido un 30% en tres años.
“A medio plazo se asumirá la tasa como un coste más”, dicen en una inmobiliaria
Londres. La capital británica es un destino muy codiciado entre los compradores internacionales.
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